Editorial

Bueno Saber! ¿Cómo viven las raíces? Interacción entre suelo, planta y microorganismos.

27/09/2019

¿Qué es el suelo?


El suelo es un sustrato físico, químico y biológico muy complejo. Se trata de un material heterogéneo constituido por una fase sólida, una líquida y una gaseosa. Todas estas fases interactúan con los elementos minerales. Los elementos minerales en la parte sólida, como el potasio, el calcio, el magnesio y el hierro, funcionan como una reserva de elementos nutritivos. Asociadas a esta fase sólida también hay partículas orgánicas que contienen, entre otros elementos, nitrógeno, fósforo y azufre. La fase líquida del suelo representa la solución del terreno que contiene iones minerales disueltos y que actúa como vector de iones hacia la superficie de la raíz.

Gases como el oxígeno y el dióxido de carbono están generalmente en la fase gaseosa, presente en los espacios aéreos entre las partículas del suelo. Por lo tanto, el suelo, desde un punto de vista biológico, constituye un ecosistema variado en el que las raíces de las plantas y los microorganismos compiten tenazmente por la nutrición mineral. A pesar de esta competencia, las raíces y los microorganismos pueden formar alianzas para un beneficio mutuo.








¿Qué son los elementos nutritivos y cómo son absorbidos?

Los elementos nutritivos son elementos como el nitrógeno, el fósforo, el potasio, etc., que se adquieren principalmente en forma de iones inorgánicos (minerales) del suelo. Aunque los nutrientes minerales tienen un ciclo perpetuo en todos los organismos, entran en el ecosistema principalmente a través del sistema radical de las plantas, por lo que podemos imaginar a los vegetales como "mineros" de la corteza terrestre. Los elementos nutritivos, después de ser absorbidos por las raíces, se translocan a varios órganos de la planta, donde se emplean en funciones biológicas importantes.


La capacidad de las plantas para absorber tanto agua como elementos nutritivos minerales del suelo está correlacionada con su capacidad para desarrollar un sistema radical extenso. De hecho, en los cultivos herbáceos anuales, las raíces crecen de 0,1 a 2 metros de profundidad y se extienden lateralmente a distancias entre 0,3 y 1 metro. El rendimiento de los cultivos agrícolas aumenta linealmente con el aporte de los fertilizantes que absorben. Otros organismos, como los hongos micorrícicos y las bacterias fijadoras de nitrógeno, a menudo participan junto con las raíces en el proceso de adquisición de elementos nutritivos.



¿Cómo viven las raíces en la rizosfera?


Las raíces de las plantas pueden crecer continuamente durante todo el año, pero su proliferación depende de la disponibilidad de agua y minerales en el microambiente llamado rizosfera. La "rizosfera" es la zona de contacto entre cada raíz y el suelo y puede tener dimensiones variables según el tipo de planta y las diversas componentes microbianas presentes en el suelo. Si la "rizosfera" carece de nutrientes o está seca, la raíz crece lentamente; cuando las condiciones de la rizosfera mejoran, el crecimiento es major.

En la "rizosfera" están presentes diversos organismos vivos como microorganismos, bacterias, hongos microscópicos y macroscópicos, etc.



La "rizosfera" representa, por tanto, el volumen de suelo influenciado por la actividad vital de las raíces; actividad que se manifiesta con la dispersión de sustancias (orgánicas) capaces de complejar los nutrientes e incrementar la actividad biológica de las colonias microbianas. La "rizosfera" es un sistema complejo y al mismo tiempo frágil, ya que requiere mucha atención para crear las condiciones adecuadas para el desarrollo y la proliferación del sistema radicular.

Los productores a menudo asocian el vigor de la planta y el rendimiento final en función de la parte que está fuera del suelo, sin considerar la parte radical, que tiene una función esencial tanto para asegurar un buen anclaje de la planta como para favorecer una buena absorción y translocación de los elementos nutritivos hacia los órganos superiores. Mejorar las condiciones del suelo y en particular de la rizosfera en términos de disponibilidad de elementos nutritivos, materia orgánica, agua, etc., con el uso de técnicas agronómicas como la fertilización, favorece el crecimiento vegetativo-productivo del cultivo en curso y garantiza un buen rendimiento al productor.



¿Qué es útil hacer?


Las principales intervenciones agronómicas favorables al crecimiento vegetativo-productivo de la planta son:

  • Acondicionamiento hidráulico del suelo para facilitar el drenaje del agua de lluvia;
  • Labranza del suelo para favorecer la aireación de los horizontes del suelo;
  • Limitar la compactación y la erosión del suelo para conservar la fertilidad del terreno, creando las condiciones óptimas para los microorganismos;
  • Riego con sistemas de "bajo volumen" para evitar la erosión de los horizontes superficiales ricos en elementos nutritivos y materia orgánica;
  • Aporte al suelo de fertilizantes orgánicos y organo-minerales de alta calidad (bajo contenido de sodio y cloro) para proporcionar a los microorganismos carbono orgánico bioactivo, materia orgánica al suelo y nutrientes (macro, meso y microelementos) a la planta.


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