Editorial
Bueno Saber! Uva de vinificación: la propuesta de ILSA para las primeras etapas del desarrollo de la vid
04/04/2019
Las primeras etapas del desarrollo de la vid, así como otros cultivos herbáceos y arbóreos, se encuentran entre los más delicados. De hecho, durante estas fases se forman todas las ramas, hojas y estructuras del raquis, que luego tienen que apoyar el desarrollo tanto de la calidad como del tamaño de las uvas. Por lo tanto, es imprescindible que la vid disponga desde el principio de todos los nutrientes principales (véase el gráfico 1, líneas rojas: períodos de máxima demanda) para conseguir un correcto equilibrio vegetativo productivo.
Es fácil comprender cómo las situaciones de deficiencia o subdeficiencia mal gestionadas, desde el primer momento, pueden tener efectos negativos en las características cualitativas y cuantitativas de las uvas y, por tanto, de los vinos que podemos obtener de ellas.
Grafico 1: Períodos de máxima absorción y máxima demanda de los distintos nutrientes (Dr. Porro, 2009).
Las condiciones que pueden llevar a situaciones de subdeficiencia o deficiencia son:
- características del suelo: suelos ligeros ricos en esqueleto, alto contenido de caliza activa, pH básico, bajo contenido de materia orgánica, baja capacidad de intercambio catiónico, baja dotación de nutrientes y/o desequilibrio relativo entre ellos;
- condiciones climáticas: temperatura media del suelo y del aire baja y períodos de lluvias prolongados;
- desfase entre los períodos de máxima absorción y máxima demanda característica de los distintos elementos: nitrógeno, manganeso, azufre, boro y magnesio son particularmente críticos para este aspecto (véase el gráfico 1);
- movilidad de los elementos en el suelo y en la planta: se sabe que el calcio, el hierro, el boro, el azufre y el cobre no son elementos muy móviles tanto en el interior de la planta como en el sistema suelo-raíz;
- escasa presencia de elementos de reserva en la madera de la vid.
Las deficiencias que pueden surgir en las primeras etapas del desarrollo de la vid son:
- deficiencia de nitrógeno:
se caracteriza por el lento desarrollo de brotes y hojas con entrenudos más cortos y láminas foliares menos expandidas y de color verde pálido; - deficiencia de fósforo:
implica crecimiento reducido, escasa floración y fructificación, coloración anormal de las hojas (rojo-púrpura); - deficiencia de hierro:
se caracteriza por clorosis muy desarrollada que afecta solo a las hojas más jóvenes, debido a una inhibición de la síntesis de clorofila; - deficiencia de magnesio:
es evidente en hojas jóvenes con clorosis puntual; - deficiencia de manganeso:
se caracteriza por la presencia de hojas y brotes erectos; clorosis internerval de las hojas con aspecto manchado, con manchas incluso necróticas; - deficiencia de boro:
se observan vides con entrenudos cortos y, en casos graves, la parada del crecimiento de los meristemas terminales que provocan ramificaciones que dan a los brotes un aspecto de «escoba de bruja», durante la floración la deficiencia de boro altera el proceso de floración y fertilización y muchas flores no fertilizadas se secan.
Las especialidades nutricionales de la Línea Ilsatop a base de Gelamin®, una gelatina fluida de uso agrícola, están diseñadas para facilitar la rápida absorción de los meso y microelementos que contienen, los cuales, al ser complejados por la matriz proteica, tienen una mayor eficiencia de absorción y biodisponibilidad para la vid, permitiendo de esta forma prevenir de manera eficaz y rápida cualquier estado de subdeficiencia o deficiencia.
Además, los aminoácidos principalmente levógiros, péptidos y polipéptidos presentes en Gelamin® cumplen una función nutricional, ya que contienen nitrógeno orgánico, y bioestimulante.
ILSA también ha desarrollado los bioestimulantes del programa Viridem®, que contienen extractos de plantas, que pueden actuar sobre el metabolismo de la vid promoviendo un desarrollo vegetativo equilibrado y ayudando a la propia planta a reaccionar en caso de estrés ambiental.
La línea técnica de ILSA para las primeras fases de la vid proporciona:
- desde el inicio de la brotación 2-3 aplicaciones cada 7-10 días de ILSAVEGETUS a una dosis de 1,5-2,5 kg/ha en combinación con ILSAMIN MMZ o ILSAMIN MULTI a una dosis de 2-3 kg/ha para mejorar el equilibrio vegetativo-productivo de la vid y proporcionar el nitrógeno, magnesio, manganeso, zinc, hierro, boro que la planta necesita en esta primera etapa de desarrollo;
- desde el inicio de la formación de los racimos continuar con 2 aplicaciones cada 7-10 días de ILSAVEGETUS a una dosis de 1,5-2,5 kg/ha en combinación con ILSAMIN BORO a una dosis de 2-2,5 kg/ha para estimular la floración y el cuajado.
En caso de carencia evidente de hierro, se recomienda el uso de la CLASS FE G-FORM con 2-3 aplicaciones después de 5-7 días a una dosis de 1,5-2 kg/ha. Por otro lado, en caso de carencias de fósforo, se recomienda el uso de ILSAVIVIDA en dosis de 2-2,5 kg/ha para 3-4 aplicaciones cada 7-10 días.
Los detalles completos de nuestras especialidades nutricionales, productos con acción específica y bioestimulantes, mencionados en el artículo, están disponibles en el sitio web www.ilsagroup.com en la sección PRODUCTOS. Al consultar el sitio también podrá descubrir la gama completa de productos de ILSA y, al registrarse, descargar documentación técnica de profundización.