Editorial

Bueno saber! Fertilización foliar del trigo: ¿puede sustituir a la fertilización al suelo?

26/01/2023

Continúa la situación de estancamiento en cuanto a los fertilizantes, cuyo precio sigue siendo considerado demasiado alto por muchos operadores del sector agrícola. Una media verdad, ya que si bien es cierto que el precio medio sigue siendo alto en comparación con hace dos años, por otro lado, el aumento exponencial se ha dado principalmente en los fertilizantes minerales (con precios quintuplicados), mientras que, en proporción, mucho menos en los fertilizantes orgánicos, que además se caracterizan por una mayor eficiencia nutritiva. De hecho, se debería superar el concepto de que el fertilizante debe ser barato, en comparación, por ejemplo, con un producto fitosanitario, ya que se descuida un aspecto muy importante de la producción agrícola: ¡para producir, las plantas deben estar bien nutridas! En una situación de gran incertidumbre, debido también a un clima poco alentador, una de las pocas certezas es el precio del trigo, que se mantiene ligeramente por debajo de los 50 euros por quintal y que, probablemente, podría aumentar justo antes del período de cosecha. ¿Qué hacer entonces? La respuesta es sencilla. Para aumentar el rendimiento, el peso específico y las proteínas, es necesario proporcionar al trigo el aporte nutricional que necesita.

¿Podemos compensar con la fertilización foliar las necesidades del trigo?

En otoño, muchas fertilizaciones pre-siembra se saltaron por completo o se sustituyeron con la aplicación al suelo de estiércol u otros enmiendas que, si bien aportan materia orgánica, tienen una acción nutricional limitada (se llaman "enmiendas" precisamente para diferenciarlos de los "abonos"). Con el precio del trigo que se mantiene muy atractivo, intervenir en cobertura se convierte casi en una obligación para quienes desean aumentar sus ingresos en la cosecha.

Además, el trigo, tanto duro como blando, necesita una cierta cantidad de nutrientes, en particular nitrógeno, para poder llevar a cabo regularmente las fases de macollaje, desarollo vegetativo, espigueo, hasta el llenado del grano. Una cantidad de nitrógeno que va desde los 80 kg/ha en adelante, dependiendo de las variedades y de los rendimientos medios esperados, y que las plantas absorben principalmente entre la fase de macollaje y desarollo vegetativo (necesario para aumentar la biomasa vegetal), con un segundo pico en la fase de espigueo.



Entendemos entonces cómo es imposible o económicamente insostenible compensar grandes cantidades de nitrógeno por vía foliar. Por este motivo, la fertilización foliar del trigo, cuando se realiza, siempre se asocia con los tratamientos herbicidas y fungicidas, con el fin de proporcionar nitrógeno y microelementos en fases específicas.

¿Cómo actuar entonces este año?

Se recomienda encarecidamente una correcta fertilización al suelo en cobertura, especialmente para sostener las fases de macollaje y encañado. Sin embargo, la aplicación de nitrógeno al suelo en primavera puede tener dos consecuencias opuestas:

  • Resultar insuficiente, en caso de alta pluviosidad que pueda lixiviar parte del nitrógeno aplicado;
  • Resultar excesiva, si se aplican dosis demasiado altas, con riesgos de blanqueamiento de los granos.


Es mejor optar por un fertilizante orgánico u organo-mineral con alto contenido de nitrógeno, en el que la presencia de materia orgánica limite las pérdidas por lixiviación y favorezca una liberación gradual, nunca demasiado repentina, del nitrógeno.

Además, la fertilización foliar es sin duda la arma secreta para la primavera de 2023. Si también se salta la cobertura al suelo en primavera, queda la única esperanza de obtener un aumento del rendimiento y del peso específico por varios motivos:

  • La eficiencia de absorción de nitrógeno por vía foliar es aproximadamente 8-10 veces superior en comparación con la aplicación al suelo, por lo que podemos compensar parte del nitrógeno con menores dosis aplicadas directamente sobre las hojas;
  • Las aplicaciones foliares permiten aportar el nitrógeno en las fases específicas en las que el trigo más lo necesita;
  • La verdadera protagonista del llenado del grano y, por lo tanto, del aumento del peso específico y contenido proteico es la hoja bandera (que influye en aproximadamente el 50% del contenido de proteínas). Por este motivo, con la fertilización foliar podemos prolongar y garantizar su capacidad fotosintética, por lo que proporcionar nitrógeno y aminoácidos por vía foliar en esta fase es determinante. Una gran ventaja puede obtenerse utilizando fertilizantes foliares que se apliquen en mezcla con los tratamientos herbicidas y fungicidas, reduciendo así también las intervenciones (y los costos) en el campo.

¿Cuáles productos utilizar y cuándo?

ILSA, que entiende de eficiencia, recomienda Azoslow para aplicaciones al suelo en cobertura, que deben realizarse al final de invierno a una dosis de 200-250 kg/ha. La alta cantidad y la doble naturaleza del nitrógeno presente, en parte orgánico y en parte ureico, permite una liberación gradual y sin pérdidas, gracias a la acción complejante de Agrogel® (gelatina hidrolizada para uso agrícola) contenida en el producto. Así se aseguran el macollaje, el desarolloy el "stay green".

En aplicación foliar, Splinter New, coadyuvante de hidrólisis enzimática, debe asociarse siempre a los tratamientos herbicidas, a una dosis de 2-3 kg/ha, ya que permite aumentar la eficacia del tratamiento gracias a su acción vehiculante, adherente y humectante, y también proporciona nitrógeno y aminoácidos que favorecen una rápida recuperación vegetativa después del estrés causado por el tratamiento químico.

En la fase de espigueo, y en caso de tratamiento fungicida, son fundamentales las aplicaciones foliares con Cerealmax, a base de Gelamin® (gelatina hidrolizada fluida para uso agrícola) y con alto contenido de nitrógeno, cuya dosis puede variar entre 5 kg/ha y 10 o incluso 15 kg/ha, en caso de que también se omita la fertilización sólida en cobertura.






In fase di levata e spigatura e in caso di trattamento fungicida, sono fondamentali le applicazioni fogliari con Cerealmax, a base di Gelamin® (gelatina idrolizzata fluida per uso agricolo) e ad alto contenuto azotato, il cui dosaggio può andare dai 5 kg/ha fino ai 10 o anche 15 kg/ha, nel caso si dovesse saltare anche la concimazione solida in copertura.

¿Y para quienes producen en orgánico?




No hay problema, ILSA es ampliamente reconocida por su gama de soluciones para la agricultura orgánica. Fertil 12,5 o Fertil 10 son las soluciones orgánicas, alternativas a Azoslow, para la fertilización sólida en cobertura. A una dosis de 300-350 kg/ha, deben aplicarse antes de mediados de marzo, debido a su naturaleza 100% orgánica que permite una liberación aún más gradual pero altamente eficiente del nitrógeno.

Etixamin N14, por otro lado, es el producto 100% Gelamin®, en polvo soluble en agua, que debe aplicarse en agricultura orgánica junto o como alternativa a Splinter New (también permitido en agricultura orgánica), donde la alta presencia de nitrógeno orgánico y aminoácidos permite apoyar al trigo en los momentos de mayor necesidad y aumentar la tolerancia al estrés y las características cualitativas finales del grano.

Las características físico-químicas de los hidrolizados proteicos de ILSA permiten una absoluta compatibilidad con otros formulados comerciales, gracias al proceso de hidrólisis enzimática FCEH® (Fully Controlled Enzymatic Hydrolysis) con el que se obtienen. En comparación con otros procesos de extracción química, la hidrólisis enzimática garantiza la absoluta estabilidad de los productos, la baja salinidad y la presencia de aminoácidos libres en forma levógira, que es la que realmente utilizan las plantas para tener un efecto inmediato en el metabolismo veget.