Nunca más fruta sin sabor con los bioestimulantes naturales de ILSA

Los bioestimulantes de ILSA aumentan no solo la producción sino también la calidad percibida por el consumidor. Resultados de dos años de pruebas con el apoyo del análisis sensorial.

En el mercado encontramos fresas, melocotones, albaricoques, uvas y otra fruta cada vez más hermosa y atractiva, pero cuántas veces, al probarla, hemos pensado "¡esta fruta no sabe a nada!" En los últimos tiempos, el cuidado del aspecto estético de la fruta, por lo tanto la ausencia de malformaciones, la uniformidad del calibre y del color, que, junto con el aumento del rendimiento, representan los parámetros principales para aumentar el valor de la producción comercializable, han restado espacio a otros aspectos esenciales, como el sabor y el aroma.

Pero el placer de comer una fresa o un melocotón no puede limitarse solo a la vista y al tacto porque otros sentidos también quieren su parte. La mejora genética que ha llevado a variedades de rendimientos cada vez más altos, junto con el uso combinado de técnicas de nutrición, riego y defensa cada vez más impecables, han mejorado sin duda la calidad y la seguridad de la fruta que comemos.

Sin embargo, también debe recuperarse el placer de saborearla, de degustar, de encontrar sensaciones que nos hagan dar un salto al pasado. Por este motivo, se presta cada vez más atención a los bioestimulantes, productos naturales que, integrados en las estrategia de nutrición del cultivo, mejoran el rendimiento no solo en términos productivos, sino también cualitativos.

ILSA es una de las empresas más activas en la producción y venta de bioestimulantes naturales a base de epitelio animal hidrolizado e hidrolizado enzimático de Fabaceae. Matrices de producción y eficacia únicas, gracias a las materias primas y a los procesos utilizados para obtenerlas. El carácter "natural" de las especialidades de ILSA, capaces de reducir el estrés y actuar directamente sobre el metabolismo de las plantas, está ocupando el espacio que muchos productos químicos de síntesis están perdiendo. Al contrario de un producto mineral o una hormona de síntesis, los bioestimulantes de ILSA mejoran no solo el rendimiento, el calibre y el aspecto estético de la fruta, sino que también le dan un sabor y un aroma notablemente superiores.

¿Pero cómo medir esta calidad "superior" de la fruta?

Los análisis de laboratorio clásicos nos dan indicaciones muy útiles pero no suficientes. Los métodos oficiales pueden darnos el contenido analítico de sustancias específicas como proteínas, azúcares, polifenoles, aceite y otros parámetros, pero no es suficiente. El análisis sensorial es algo más que permite evaluar las características organolépticas de un producto a través de los sentidos, que traducen así la percepción directa del consumidor cuando prueba una fruta, una hortaliza, un vino, un aceite.

ILSA lo ha puesto en práctica para demostrar la eficacia de dos bioestimulantes, progenitores de toda una gama de productos de acción específica presentes en su catálogo:

Durante dos años consecutivos, en 2019 y 2020, los dos bioestimulantes fueron probados en fresa (var. Candonga) y albaricoque (var. Farbaly) en el Centro de Ensayos ALSIA - Centro de Investigación Metapontum Agrobios, de Metaponto (MT) en el Sur de Italia, con el fin de demostrar no solo el aumento del rendimiento y de otras características aptas para la comercialización, sino también la percepción cualitativa a través del análisis sensorial.

Las aplicaciones realizadas por vía foliar fueron cinco para ambas especies, tanto para ILSAC-ON, aplicado solo (a la dosis de 3 kg/ha), como para los dos bioestimulantes aplicados conjuntamente (ILSAC-ON 1,5 kg/ha + ILSAMIN N90 1,5 kg/ha), con aplicaciones cada dos semanas, en fresa a partir de los primeros frutos recolectados y en albaricoque a partir de la prefloración y durante el desarrollo de los frutos. El resto de las intervenciones de fertilización, riego y defensa fitosanitaria fueron similares, lo que permitió evaluar indudablemente la mayor eficacia de los dos bioestimulantes de ILSA en comparación con el testigo, tanto en términos productivos como en cuanto a las características cualitativas de los frutos.

En albaricoque, gracias a las peculiaridades propias del hidrolizado enzimático de Fabaceae, ILSAC-ON ha confirmado su efecto beneficioso sobre los parámetros cualitativos medidos en laboratorio (consistencia, grados Brix) y, combinado con ILSAMIN N90, también sobre el tamaño de los frutos y el rendimiento final, incluso en el segundo año de menor producción.

Tabla 1 - Resultados cuantitativos y cualitativos en albaricoque (var. Farbaly) obtenidos en los dos años de prueba

También en fresa los dos bioestimulantes han dado resultados claramente superiores, que han recompensado plenamente la inversión inicial del productor, quien ha visto aumentar no solo cuantitativamente su producción sino también su valor, confirmado también en este caso por el incremento de la PBV en ambas temporadas.

Tabla 2 - Resultados cuantitativos y cualitativos en fresa (var. Candonga) obtenidos en los dos años de prueba (datos medios de diez cosechas por parcela)

¿Pero el consumidor puede considerarse satisfecho?

Quien debe comprar fresas y albaricoques selecciona un determinado puesto de frutas no solo en base al aspecto estético o al precio sino también en base a la calidad percibida al gusto. ILSA ha dado una respuesta también en este "sentido" (es justamente el caso de decirlo). La prueba de análisis organoléptico de los frutos ha permitido diferenciar las muestras recolectadas en el orden de las intensidades de características sensoriales específicas, seleccionadas en función de las frutas analizadas.

El juicio de los frutos tratados con los bioestimulantes de ILSA fue en general superior al de los no tratados, en algunos casos de manera muy notable. En la tabla a continuación se presentan los promedios de cuatro sesiones de evaluaciones organolépticas (puntuación de 0 a 10), realizadas sobre dos cosechas diferentes de albaricoques y fresas en los dos años de prueba.

Tabla 3 - Resultados del análisis sensorial en albaricoques (var. Farbaly) obtenidos en los dos años de prueba

Tabla 4 - Resultados del análisis sensorial en fresas (var. Candonga) obtenidos en los dos años de prueba

El análisis sensorial ha permitido, por un lado, confirmar los resultados de los parámetros medidos en laboratorio (consistencia, grados Brix), y por otro, dar un juicio extremadamente valioso sobre la calidad organoléptica de los frutos percibida por el consumidor.

Las pruebas realizadas en el Centro de Ensayos ALSIA – Metapontum Agrobios por un panel seleccionado de catadores han representado una herramienta de evaluación adicional, pero no menos importante, para evaluar el efecto de los bioestimulantes naturales de ILSA que, podemos afirmarlo con certeza, hacen que la fruta sea más sabrosa y más buena.